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martes, agosto 22, 2006

Las "zetas" de la Pedriza

Bien, ya era hora de dejarse de vacaciones y rutitas cortas y enfundarse el mono de viaje. Hoy he decido volver a la Pedriza después de unos meses sin vistarla. Esta vez estaba decidido a repetir la misma ruta de noviembre aunque completando todo el recorrido con la variante de la subida a La Nava.

La ruta ha comenzado sin incidentes, con un poco de calor que iria haciendo poco a poco la ruta muy dura. La primera ascensión nos deja en el llano donde encontramos la bifuración (o hacia La Nava o hacia el Collado de los Pastores) y esta vez no me amilané y tome el ramal que continuaba con la ascensión. He de decir que me ha costado mucho más de lo que creia y los últimos 1500 metros se han hecho interminables. Al final despues de infinidad de curvas y recurvas he podido coronar este bonito paraje, que seguramente sea uno de los más altura de la Pedriza, a los que podemos acceder con bici. Desde luego las vistas merecen un poco de esfuerzo.


"Con un poco de esfuerzo podemos ver en la parte central-derecha el Collado de los Pastores visto desde La Nava, hacia alli nos hemos dirigido despúes."


Despues de descender por donde hemos subido hasta el llano de la bifurcación, continuamos el circuito circular para coronar ahora el Collado de los Pastores. De nuevo otra dura ascensión con tremendas curvas en herradura que junto al desnivel han puesto a prueba, el aguante de piernas y riñones. Por fin y tras refrescarme un poco en un pequeño arroyo de montaña, he coronado esta segunda cumbre de la ruta y de nuevo las vistas no han defraudado.


Ahora solo quedaban casi 12 kilómetros de descenso vertiginoso a través de más herraduras y curvas cerradisimas que me han dado algún que otro sustillo. Despúes de recoger los trastos y volver para casa, me pongo a pensar y.... a pesar de tener el cuerpo machacado, ¡volvería mañana!.

Un saludo a todos y animo con septiembre!

domingo, agosto 06, 2006

Mar, arena y sol.

Este título resume a la perfección las tres semanas que he pasado remojandome en las fresquitas aguas cantábricas. Un tiempo excelente ha ayudado a que aprovechara al máximo de mis vacaciones playeras aunque como contrapunto ha favorecido la ligera masificación de estas playas, nada comparable aun así con la tortura mediterranea, donde has de defender tu metro cuadrado de arena con uñas y dientes desde primeras horas de la mañana.

Unas vacaciones tranquilas, donde he aprovechado para descansar en lugar de visitar nuevos lugares. A pesar de esto, aprovecho para resaltar la belleza de algunos de estos lugares playeros que te permiten no solo descansar cuerpo, vista y espíritu. Un saludo a todos y buen verano!



Playa de Langre (Cantabria).