Tras recuperar mi mano derecha era necesario celebrar un mes entero de sequia viajera apoltronado en mi sofa. Para ello necesitaba algo ligerito, pues tanto
tumbing habia provocado estragos, y se me ocurrió volver a
Gredos para rehacer la rutilla hasta la Laguna Grande.
El recorrido es de unas dos horas largas con alguna paradita y en fin de semana no se diferencia mucho de cualquier romeria que podais encontrar en las sierras madrileñas (si es que somos tanta gente que lo inundamos todo). Asi que si podeis, recomiendo que os lanceis a visitarlo entre semana. Ahora tampoco era la mejor fecha, pues tras el verano los prados que rodean la ruta estaban bastante amarillos aunque aún así, el circo glaciar que ha formado la laguna se veia tan bonito como siempre.

Tras usar un día entero y dormir en la plataforma pusimos la furgo rumbo hacia el Pantano de Burguillo donde pasamos otra noche. Fue grande la decepción cuando comprobamos el
penoso nivel del pantano, provocado por la política de mantener estable el cauce del Alberche. Es en estos momentos cuando se entiende los penosos resultados que provocan estos macro-embalses, que además de destrozar valles enteros, no consiguen nada más que desnaturalizar todo el cauce del rio. Entender que el agua es un bien escaso debería ser suficiente para su buena gestión pudiendo prescindir de estas superestructuras tan destructivas.
En resumen, un buen fin de semana. Un saludo para todos.