Páginas

domingo, marzo 23, 2008

Semana Santa (2º parte): Sierra de Francia

Como os adelanté en el anterior artículo, mis vacaciones no terminaban en Soria. Aún me ha dado tiempo para una segunda parada, esta vez en la región que sirve de frontera natural entre Cáceres y Salamanca: La Sierra de Francia.


La Sierra de Francia es una región plagada de verdes montes erosionados por rápidos rios que han formado con el pasar de los años profundos y cerrados valles. El Parque Natural de Las Batuecas, zona protegida en el corazón de esta comarca es la mejor expresión estos rasgos. Una multitud de pequeños municipios se apiñan en cada cresta y en cada cima, creando laberintos urbanos de callejuelas estrechas y empinadas. Estos pueblos llevan siglos intentando protegerse de los principales enemigos que los acechan: la nieve, el frio y las lluvias.


Uno de estos pueblos es Miranda del Castañar, donde he estado alojado estos días. Un bonito pueblo que cuenta además con una muralla que rodea sus laberínticas calles que, en algunos casos, no respetan en anchura ni los hombros de un adulto. Mogarraz, La Alberca, El Cabaco, son otras de las numerosas poblaciones que pintan cada una de las crestas de estas verdes serranias.

Un destino obligado en esta región es la subida a la Peña de Francia. Una imponente formación rocosa que con sus 1790 metros de altura es la torre de vigía de toda la comarca y desde la que podremos divisar las tierras de Salamanca, Cáceres e incluso Ávila en días despejados.

Quiero hacer especial mención a la perfecta conservación de senderos y pistas en toda la región, con una perfecta (a veces incluso excesiva) señalización para evitar que hasta el más novato pierda el rastro de su ruta. Este hecho permite que toda la zona se convierta en un paraiso para los amantes del senderismo y el ruteo con bicicleta. La Sierra de Francia me ha descubierto un auténtico vergel de castaños, robles, musgos y barros a menos de 3 horas de Madrid. No emplear unos días en visitar esta zona, es simplemente un desperdicio.

Un saludo a todos.

martes, marzo 18, 2008

Semana Santa (1º parte): Picos de Urbión

Este año voy a aprovechar este descansito entre el invierno y la primavera para hacer dos excursiones que tenía pendientes desde hace meses. La primera la he hecho este fin de semana y ya estoy de vuelta, a la segunda voy este jueves. Aprovecho este intervalo para contaros como me fue en mi primera salida vacacional: Los Picos de Urbión (Soria).

Realmente en los picos estuve solo el domingo y aproveché el lunes para recorrer otro paraje de gran belleza de la región como El Cañon del Rio Lobos. La idea inicial era intentar coronar en un solo día el mayor número de picos de la sierra de Urbión, la mayoría de ellos de más de 2000 metros. La mañana comenzó de la peor manera posible. La amenaza de lluvia era latente según los últimos partes y una niebla baja y cerrada lo cubría todo. Este hecho hizo que eligiera como primera ascensión el gran señor de la sierra, el Pico Urbión (2229 m). Desde el lugar donde empezé a caminar solo debia de seguir el sendero marcado como GR-86 y este me llevaría, en primer lugar al nacimiento del gran rio Duero y más tarde a la cima del gran pico.


La niebla se hacia cada vez más cerrada. Al principio solo fue una molestia que me escondía los bellos paisajes pero pasados los 1800 se convirtió en un problema. Con la totalidad de la senda cubierta de hielo, con la totalidad de los mojones de señalización tapados y con la niebla cada vez más densa, estaba obligado a pararme cada pocos pasos para orientarme de nuevo. Como podeis ver en la foto, las condiciones eran bastante desfavorables y rocas y peñascos aparecian de repente. Con todo llegue a la cima a las 11:20 mas o menos.

Vista del Pico Urbión desde Peñas Blancas

Durante el descenso hasta el refugio conocido como El Bunker, el día fue despejándose y animándome a salirme del GR y probar a ascender a Tres Provincias (2049 m), atravesando el collado del mismo nombre. Tras llegar a la cima de este segundo, sobre las 13:00, "llenar la tripa" y disfrutar de las maravillosas vistas que la niebla al irse habia descubierto, decidí que aún podía descender hasta el collado y ascender al último pico del día, Peñas Blancas (2161 m). Este último recorrido fue el más duro debido a la gran cantidad de peñascos que tuve que salvar. Desde aqui, solo me quedaba robarle al gran Urbión alguna que otra imagen más y descender hasta el El Bunker y de ahi al coche.

Al día siguiente tras recoger la tienda y demás enseres puse rumbo al Cañon del Rio Lobos con intención de tomar algunas bonitas fotografías de este bello paraje soriano.


En resumen, ha sido un gran fin de semana, como lo son todos aquellos en los que me acerco a la montaña. La montaña nunca defrauda. Un saludo a todos.