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martes, junio 22, 2010

Fin de semana playero

Más de mil kilómetros para tres días pueden parecer demasiado, aunque viendo que por fin el verano se está dejando ver, Almería lo merece. Una vez más descubro en esta provincia andaluza uno de esos escasos lugares más o menos vírgenes en el que no han puesto la zarpa ninguno de nuestros famosos ladrilleros ibéricos.


Estos lugares se encuentran cerca de la localidad de Mojacar. El acceso a estas calas de rocas no es fácil, ni mucho menos si llegas de noche. Tras cruzar Mojacar Playa hacia el sur, debes aún recorrer un buen trecho por una pista forestal que, situada a borde de un acantilado desanima a cualquiera que no conozca la zona. A pesar de todo, merece la pena ir con precaución y llegar hasta el final de la pista en la que nos encontramos con dos calas suficientemente grandes como para acoger a la poca gente (al menos en el momento de escribir este post) que se molesta en conducir por la pista y lo suficientemente bonitas como para que el tortuoso camino se olvide en el primer baño.

En resumen, otro sitio que hay que conocer y que ya tenéis subido en el mapa.