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lunes, febrero 28, 2011

Playa y escalada en Febrero

Se esta convirtiendo en tradición eso de empezar la temporada de furgoneteo en el levante. Y es que, revisando antiguos entradas del blog, parece que sea bastante normal que el tiempo de una tregua hacia finales de febrero o primeros de marzo y en toda la ribera valenciana se pueda disfrutar de unos días de auténtica primavera. Por todo esto, no hay que buscar más excusas para poner rumbo hacia la tierra de las naranjas, el sol y la paella y disfrutar de un fin de semana de verano improvisado.


Este año, además, teníamos un nuevo aliciente llamado La Marxuquera. Un abrupto risco en las cercanias de Gandía que hará las delicias de cualquier aficionado a las escalada. Esta escuela cuenta con numerosas vías orientadas todas al sur, protegidas del viento y con sol durante todo el día. Estas características la hacen ideal para la escalada en los fríos días de invierno. La playa, la escalada, una paella, unas cervezas y mucho sol. ¿Qué más se le puede pedir al fin de semana?


Ahora solo quedar pacientemente a que el invierno tenga otro descuido y deje pasar algún anticiclón despistado para que podamos disfrutar otra vez de un atardecer de sabado sobre la arena de la playa.

Un saludo a todos.

domingo, febrero 06, 2011

Roca, roca y más roca

Como muchos ya sabéis, lo de la escalada me tiene comido el "seso" desde hace algunos meses. Poco a poco vamos cogiéndole la maña y la técnica a eso de trepar, un deporte difícil, físico y sobre todo mental. ¿Qué tiene entonces eso de arrastrarse por paredes de roca como una lagartija mientras te raspas y te golpeas con cada equivocación, que me tiene enganchado? Aún no lo se ... pero es la ostia. Quizás es la adrenalina que empieza a segregar tu cuerpo en el momento que nota que abandonas tierra firme y enfilas la vertical. Un subidón que hace que focalices tu atención en cada movimiento, cada músculo de tu cuerpo y a cada articulación. Nada es capaz de distraerte porque sabes que cada distracción (sobre todo si eres un novato), viene acompañada de una caída y cada caida de un arañazo, quemazón o moratón.


Y vas progresando. Buscando la siguiente grieta para meter tu dedo, la siguiente fisura donde encajar la punta de tu pie, hasta que la ves. Has encontrado la siguiente pieza del puzzle y solo te quedan otras mil más hasta llegar arriba. Porque es un puzzle. Las piezas solo entran de una manera aunque tu te empeñes que no. Jugando contrarreloj. En cada segundo que pierdes sin encontrar el siguiente movimiento pierdes energía, tus brazos y tus pies se agarrotan. No puedes pararte a pensar, pero tampoco puedes dejar de hacerlo. Y sigues subiendo. Ves la cima arriba, tan lejos como a tus amigos abajo. Notas que llevas los dedos despellejados y empiezas a tener las rodillas y los hombros cargados. Pero solo piensas en asegurarte en la siguiente "chapa" porque estas lejos de la anterior y una caída ahora te dolería mucho. Y entonces estiras el brazo, metes el mosquetón, cierras con la cuerda y respiras. Estas seguro y tienes una tregua de unos segundos para pensar. Y continuas. Más dolor en tus dedos y aprietas los dientes. Solo te queda estirar el brazo y cierras la reunión. Estas arriba. Sonríes y gritas a los de abajo que también están riéndose. 

Y no sabes porqué, pero estas deseando bajar para subir otra pared.