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martes, agosto 30, 2011

Fin del verano en Benasque

He aprovechado los últimos días de mis vacaciones para ir a conocer el pirineo de Huesca y en concreto el municipio de Benasque. Este pueblo es famoso por muchas razones y todas ellas relacionadas con su tradición montañera y alpinística pero quizá la más importante es que se encuentra enclavado en las faldas de uno de los macizos más imponentes del Pirineo. Rodeado por media docena de picos de más de tres mil metros entre los que destacan el Aneto y Las Maladetas, Benasque y su comarca es destino obligado para aquellos que amamos las montañas.



Por ser la primera vez que subía hasta aquí he preferido no ser muy ambicioso con las rutas y las cimas y tras pasar un par de días ruteando por senderos de escasa dificultad aunque de buena distancia para calentar las piernas me decidí a subir el Pico Salvaguardia (2.738 m) desde los Llanos del Hospital. Esta ruta, al igual de la que sube desde el paraje de La Besurta pasa por el famoso Portillón de Benasque, lugar de paso en 1944 de una columna de maquis cuyo objetivo era la toma de Viella y el inicio de una serie de campañas de hostigamiento al régimen franquista.



La vista desde la cima es indescriptible, pues a pesar de no llegar a la cota de sus vecinos se divisa en día claro localidades francesas como Luchon, gran parte del Valle de Arán o incluso la estación de Baqueira-Beret. Conocer tanto Benasque como los parajes que lo rodean ha sido una experiencia que sin ninguna duda repetiré al año que viene fotografiar, quien sabe, el Salvaguardia desde la cima del Aneto.

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